Cada vez son más los georgianos que sufren las consecuencias de la pandemia, en su mayoría adultos mayores y solos. Por esta razón es que desde OGA estamos redoblando esfuerzos en el área de “Apoyo Fraterno”, que va en ayuda de quienes requieren apoyo económico y alimentos, asistencia profesional, o bien realizar trámites, sin mencionar la siempre inestimable compañía para hacer más llevadera la terrible soledad que afecta, por cierto, cada vez más a personas jóvenes.
La gravedad de la crisis económica provocada por la pandemia es tal, que son cada vez más los georgianos que están tocando la puerta de OGA en busca de apoyo, el que canalizamos a través de nuestra área de Apoyo Fraterno: “Este año prácticamente se duplicó la atención de old georgians. Se entregaron en el año un total de 36 canastas a familias, 17 de las cuales ingresaron durante este año a causa de la crisis sanitaria”, nos cuenta Mercedes Jiménez, asistente social de OGA.
Muchos de los que solicitan apoyo, en su mayoría adultos mayores, suelen ser muy renuentes a pedir ayuda, recuerda Mercedes Jiménez, quien llama a los old georgians a “sentir la confianza de recurrir a la OGA si nos necesitan”. Y agrega: “Aquí encontrarán un espacio donde nadie juzgará la situación. Sus antecedentes e historia serán tratados con respeto y confidencialidad. Trataremos, dentro de lo posible, a ayudarles a superar las dificultades”.
Apoyo Fraterno brinda ayuda para poner de pie a georgians que están en un mal momento porque perdieron su trabajo o enfermaron, pero también hay compañeros y compañeras que nos necesitarán toda su vida. ¿Nos podrías contar un poco sobre estas necesidades tan distintas de unos y otros?
- Apoyo Fraterno existe porque un grupo de exalumnos vio y se sensibilizó frente a las dificultades, los problemas de salud, económicos y sociales, la falta de redes, apoyo y muchas veces de soledad que vivían tantos old georgians. Pero no se quedaron ahí y decidieron hacer algo. En este camino, nos encontramos con personas a las que les ha costado salir de esta realidad, fundamentalmente adultos mayores con pensiones muy bajas, algunos todavía a cargo de hijos o nietos que presentan discapacidades graves o problemas de salud mental. Otros old georgians presentan enfermedades, y su red de apoyo más importante y significativa es OGA. Existen otros casos de personas que atraviesan por problemas más transitorios, como los casos de cesantía, de problemas de salud puntuales, de accidentes, adicciones, deudas; casos de mujeres viudas a cargo de sus hijos, en fin. Lo importante es que apoyaremos hasta que la persona lo necesite y finalmente pueda enfrentar sus dificultades.
¿Cuáles son las situaciones más recurrentes? ¿Y las más graves?
-Lo más complejo, situaciones de enfermedades graves como cáncer, esclerosis, las adicciones, problemas de salud mental, y la cesantía prolongada… Hay que entender que la caja de alimentos es un apoyo que representa sólo una parte de la atención que se les brinda a los georgianos que lo necesitan. Lo que nos interesa es conocer la realidad de esa persona, saber de sus necesidades, la situación que está viviendo, y en base a la confidencialidad de la información procedemos a acompañar y apoyar a esa persona para que finalmente pueda salir adelante. Quiero dejar claro que este trabajo no lo hacemos solos, pues necesitamos el apoyo de cada generación cada vez que ayudamos en una rifa, solicitamos comida, o cuando pedimos oración, o bien una donación de sangre para un enfermo.
“Sin el apoyo de compañeros y compañeras y de todos los old georgians, no es posible ayudar en situaciones complejas y difíciles. La OGA coordina, apoya con sus redes, pero los protagonistas de la ayuda son los integrantes de la generación de quien necesita esa ayuda”.
Mercedes Jiménez, asistente social de OGA.
Muchos no imaginan que hay georgians pasando por situaciones muy dramáticas tanto en términos de salud como en lo socioeconómico. Sin dar nombres, ¿qué historias son las que te han llegado más al corazón?
-Durante estos años, me he emocionado con cada georgiano en problemas, con cada situación dolorosa y difícil, pero también me emociono cada vez que veo a distintas generaciones y conozco la historia de cómo se han apoyado y de cómo se cuidan. Son verdaderos hermanos por elección. Es difícil transmitir las vivencias de recorrer con tres OG del ‘53 buscando una residencia para un amigo que lo necesita; que una persona de la generación del ‘66 quiera salir de esta pandemia solo para agradecer de manera personal la ayuda que está recibiendo; que personas de distintas generaciones te llamen o escriban porque alguien necesita ayuda; las campañas que realizan junto a la OGA (rifas, bingos, ventas), para un/a compañero/a, hijo o mamá que vive una difícil enfermedad, etc. Sin duda que mi vivencia personal junto a una old georgian muy joven, enferma de cáncer, que sufre y que vive la injusticia de un sistema que no escucha, que no atiende y que no da los cuidados necesarios a quienes lo necesitan en momentos tan difíciles. A esa joven georgiana con cáncer hubo que llevarla con balón de oxígeno a la Isapre porque tenía que poner su huella para los trámites. En fin. Son cosas que duelen y te hacen cuestionarlo todo.
OGA no sólo está ayudando a georgians en Santiago, sino que también en regiones. ¿Nos cuentas un poco más de estos casos? ¿Cómo se les apoya a la distancia?
-Siempre se ayudó a personas de regiones, pero este año de pandemia y la campaña del 2020 nos abrió la posibilidad de ponernos en contacto con georgians que viven en otras latitudes del país y que necesitaban de nuestra ayuda. La distancia no es fácil, y por eso necesitamos a sus compañeros de generación porque nos darán a conocer en qué y cómo podemos apoyar. Hemos ayudado a traer a personas que se encontraban enfermas en situaciones muy complejas, también brindando apoyo psicológico y apoyo con cajas de alimentos. Evaluamos cada caso tomando en consideración la realidad de la persona, su red de apoyo tanto personal como pública, así como los recursos de que dispone OGA.
Si miramos a quienes estamos ayudando desde Apoyo Fraterno a través del tiempo, cuáles crees que serán los problema más recurrentes que enfrentará nuestra comunidad en los años que vienen: ¿Bajas pensiones? ¿Salud mental? ¿Pobreza? ¿Enfermedades graves?
-Todos y cada uno de los que mencionas, por una razón muy sencilla: cada año aumenta el número de exalumnos. Pero yo agregaría un problema adicional, muy potente y muy crítico: la falta de redes familiares y la falta de apoyo y compañía en general, que se traduce en un profundo sentimiento de soledad. Hay veces que me he cuestionado mucho esta realidad, personas tan solas y carentes de redes, sus compañeros de generación han sido quienes se han dado cuenta de su situación crítica y quienes han pedido ayuda a la OGA. Cuando tú acoges a esa persona, la escuchas, la visitas en su casa y después la acompañas en este tiempo y en su proceso, te das cuenta de su soledad. Hoy es un tema recurrente en muchas personas. Y ojo: no estoy hablando sólo de adultos mayores.
¿Por qué es importante que sigamos sumando socios y socias?
-Me impresiona ver a tantos y tantas old georgians conmovidos por las circunstancias difíciles que viven sus amigos. Pero tenemos que ser realistas: se requieren recursos para realizar este trabajo. Necesitamos profesionales para brindar apoyo permanente en el tiempo. La buena voluntad ayuda y engrandece, pero cada año se suman más exalumnos y tenemos un número muy importante de adultos mayores, personas enfermas, que necesitan ayuda. La OGA ayuda, acoge, coordina, busca redes, pero son los OG quienes son los responsables de que este trabajo tenga continuidad en el tiempo.
¿Continúan necesitando voluntarios? ¿Cuál es la labor que hace nuestra red de voluntariado?
-Voluntario es la persona que, por elección propia, ofrece libremente su tiempo, sus conocimientos y su experiencia. Por cierto que necesitamos personas con ganas de ayudar y que estén dispuestas a entregar tiempo y capacidades en favor de quienes más lo necesitan.
“Necesitamos profesionales como médicos, psiquiatras, psicólogos, odontólogos, kinesiólogos y abogados que donen o realicen un convenio de horas de trabajo con OGA. Esto sería de gran ayuda a la comunidad. En suma, el voluntariado requiere compromiso y responsabilidad, y en este sentido, tal vez lo más complicado, es ser constante en el tiempo”.
Lo lamentable de esta pandemia es que el contacto más personal entre los voluntarios y los georgians en situación vulnerable no se ha podido dar como quisiéramos. Pero las acciones a realizar son claves: repartir cajas de alimentos, acompañamiento de personas que se encuentran en una situación de soledad, ayuda en la realización de trámites médicos, servicios, compras o necesidades específicas y la asistencia de profesionales pro bono.
La trabajadora social Mercedes Jiménez destaca la retribución espiritual que recibe todo aquel que se ofrece a trabajar como voluntario. Pero también pide a cada integrante de la comunidad a estar con los sentidos puestos en captar aquellas señales que den cuenta de una necesidad humana insoslayable: “Cada generación también es parte de OGA y los necesitamos a todos y a todas para hacer realidad la posibilidad de ayudarnos los unos a los otros. Para eso debemos estar más atentos a las necesidades de nuestros compañeros y de otros integrantes de la comunidad”, concluye.