La Asociación Old Georgians invita a todos los ex alumnos a la misa de acción de gracias y entrega del Premio Best Old Georgians 2019, que recayó en Nicole Gardilcic OG'88.
Esta se realizará el día jueves 12 de diciembre a las 18:00 en la capilla del Colegio
Nicole Gardilcic Venandy (1971 – 2019)
La vida y obra de Nicole Gardilcic, Old Georgian 1988, refleja a cabalidad el compromiso con la innovación y el rol de la arquitectura al desarrollo sustentable y cuidado del medioambiente de una mujer que logró, desde todos los ámbitos, llevar en alto el sello georgiano. Hasta el final, hizo suyo el lema del colegio “Camino a lo difícil”, no solo por sus obras en lo profesional, también en contagiar su energía y optimismo, siempre al servicio de los demás, luchando hasta sus últimos días.
Arquitecta de alma, magíster en administración de la Construcción de la Pontificia Universidad Católica, fundó la oficina AATA Arquitectos, que entre sus varias obras contempló el emprendimiento y construcción de las Cabañas Morerava en Isla de Pascua, en 2010, precursor del turismo sustentable de un modo más familiar, que no existía hasta ese momento en la isla. Muy destacado en revistas especializadas y sitios como Plataforma Arquitectura, este proyecto fue un hito en la isla, y además recibió Mención Honorífica en del Concurso Internacional de Vivienda “Casa Monserrat”, en 2018.
Desde 2009, Nicole se empapó absolutamente con la vida de la isla, resguardando la fragilidad de su ecosistema, construyendo cabañas eficientes en todos los aspectos, en el uso de recursos constructivos, energía y operación, que lideró siempre. También realizó trabajos comunitarios similares, de valor compartido, en zonas como Tongoy.
Durante su vida, también mostró siempre un espíritu solidario.
Ya lo demostró en sus primeros años en el colegio, para la inundación de 1982, cuando gestionó con su madre alojar a una compañera durante meses en su casa.
Siempre fue además una activa participante en actividades sociales y pastorales. Y en sus tiempos de apoderada del Saint George, fue una colaboradora activa en la organización general de la Feria de las Pulgas.
Además de su carrera profesional y sus roles de mamá de Simón Pérez y pareja de Christian Basaure -también apoderado del Saint George-, se dio siempre espacio para todas sus pasiones, incluido el buceo, que siguió practicando, a pesar de que en 2012, debió enfrentar un cáncer pulmonar.
Con gran esfuerzo y optimismo, logró una recuperación milagrosa a juicio de los médicos. Y en 2017, con igual resiliencia, enfrentó las metástasis en su hígado y cadera, adoptando importantes cambios, como una alimentación saludable y énfasis en aspectos sustanciales de la vida, batallando hasta el final.
Nicole nunca se quejó, todo lo contrario, contagio e irradió por todas partes su alegría de vivir y su sentido del humor, aglutinando a su familia y a toda la Generación 88 en las grandes causas y organizando también los encuentros georgianos, con una capacidad organizativa excepcional, así como en la celebración de los 30 años de egresados, el año pasado, o el viaje a Isla de Pascua con varias amigas de la generación a principios de este año.
En su despedida, a fines de agosto, una secuencia de testimonios de sus distintas facetas hablaron de su notable generosidad que, sin duda, dejaron huella en muchos. Siempre, con humildad, no buscando figurar ni lograr nada a cambio, sino que solo por la satisfacción de ayudar al prójimo, con su notable empatía.
Con todo, Nicole representa lo mejor de la mujer georgiana, una persona integral, con mucha fuerza y pasión, muy inspiradora. Así como creemos que tienen que ser los líderes que nuestro país tanto necesita para el Siglo 21.