"Yo siempre sentí desde pequeñita que tenía que vivir en Brasil", dice María Jesús De Araujo (OG 2006), quien como muchos ex georgians han tomado rumbos inesperados, el caso de la Jesu es especial: hoy vive en Río de Janeiro junto a su hija Bruna y tiene su propia empresa de turismo personalizado María Río Tour.

Desde las salas del Saint George hasta las lanchas privadas que recorren las aguas cariocas, ha construido un proyecto propio, auténtico y lleno de propósito, “no fue fácil, pero la vida me premió”.

Radicada hace más de seis años en Brasil, el comienzo no fue simple porque el idioma, desafíos personales... todo era nuevo. "Al principio no fue para nada fácil, tuve muchos inconvenientes. El tema del idioma, otra cultura… pero luché, luché, y hoy día la vida me premia con muchísimas oportunidades laborales", cuenta con una mezcla de orgullo y emoción.

Y fue justamente esa mezcla —entre sus raíces brasileras y chilenas— la que la impulsó a crear una forma distinta de hacer turismo. “Me di cuenta que acá se usaba mucho el turismo masivo, grupal… muchas veces no es de calidad. Entonces vi un nicho: turismo privado y personalizado. Cada cliente puede armar su ruta a su gusto”.

En María Río Tour no hay paseosgenéricos, pero sí experiencias únicas desde despedidas de soltero hasta propuestas de matrimonio, pasando por cumpleaños o simples recorridos íntimos por Río. Todo de manera privada y pensada a la medida y gusto de sus visitantes.

Lo que distingue su propuesta no es solo el servicio personalizado, es algo mucho más profundo. "Lo que más me gusta de mi empresa de turismo es el intercambio cultural que se genera". Como terapeuta holística, la Jesu aprovecha cada recorrido para conectar con sus pasajeros en un nivel humano.

“La mayoría de los paseos los hago en mi auto, y se forma una conexión muy íntima. A veces las personas se abren, cuentan cosas personales… y se genera algo muy bonito, una conexión humana que amo”. Hoy los clientes llegan de todas partes: Chile, Argentina, Uruguay, Colombia, España, México… y muchos de ellos se identifican con su historia. “Me encanta recibir chilenos, contarles mi historia, que no ha sido fácil… y ver cómo se inspiran a atreverse, a crear, a vencer sus propios miedos”.

Al preguntarle qué lugar ocupa el colegio en su historia, la respuesta es inmediata: "El colegio para mí fue demasiado importante en lo que soy hoy en día. Los valores que me dio el Saint George —la solidaridad, la entrega, la pasión por lo que uno hace— perduran hasta hoy".

Recuerda con cariño a su profesora Lucía Alarcón, de quinto básico: “Ella me acogió, me escuchó, me sentí muy guiada por ella. Fue una muy buena profesora”.

Y también tiene un mensaje para las nuevas generaciones: “nunca se olviden del potencial que tenemos de crear lo que queramos en la vida, la gran creación está dentro de cada uno. Podemos lograr todo, nuestros miedos hoy están para ser traspasados, para atrevernos. Que continúen, que perseveren, porque todo se puede lograr”.

Así es la Jesu, una mujer que un día escuchó su intuición, siguió su raíz, se armó de valor y creó algo propio en un rincón del mundo donde muchos solo se atreven a vacacionar. Y como buena georgian, lo hizo con pasión, entrega… y mucho corazón. No olvides seguirla en su instagram @maria_riotour