El reencuentro de la generación 1975 del Saint George’s College fue, sin duda, una jornada cargada de emoción, risas y memorias imborrables. Aunque acostumbran reunirse cada año en grupos más pequeños, esta vez lograron algo especial: 115 exalumnos y exalumnas se dieron cita para celebrar la amistad y el paso del tiempo. Hablamos con Jaime Garri, perteneciente a esa generación y nos contó cómo fue para ellos esta increíble instancia. 

“Nos juntamos al menos una vez al año, pero esta vez fue un encuentro masivo. Muchos fueron por primera vez y eso lo hizo muy emotivo. Para todos los hombres de la promoción fue muy especial, porque son nuestros amigos de la vida: nos conocimos jugando a las bolitas, a los cowboys, al fútbol… y también descubriendo la vida. Las mujeres que llegaron en 1° medio, se sintieron muy acogidas, respetadas y queridas”, cuentan con orgullo".

A pesar de las décadas, el vínculo sigue intacto: “Ese cariño enorme entre todos, ese afecto por el compañero con quien nos formamos juntos en un colegio espectacular, no cambia nunca.”

La amistad que los une se mantiene sincera y sencilla, nadie se cree más de lo que fue o de lo que es hoy. Hay mucho respeto y un enorme cariño. Entre risas, el grupo recuerda con humor las travesuras de la infancia. “Hay muchísimas anécdotas, pero las más divertidas son de cuando teníamos 10 u 11 años y descubrimos que las misses usaban faldas cortas".

La generación del ‘75 reconoce en su formación georgeana una enseñanza que los ha acompañado toda la vida. “El colegio nos dejó la enseñanza de ser buenas personas y de superar lo difícil.”

Entre los nombres que más recuerdan están los Fathers Huard y George, la Miss Alicia de Religión, las profesoras jefes de Preparatoria y el señor Mujica, entre muchos otros. “En esa época se cascaba y harto, pero a nadie le afectó; eso también forma parte de los recuerdos del Saint George”.

La solidaridad y la preocupación por los demás siguen marcando a esta promoción. “Ser solidarios y estar atentos a los compañeros que puedan estar pasando por un momento complicado sigue siendo muy importante. Pero también disfrutar de los buenos momentos que nos regala la vida, especialmente en familia". 

Ese espíritu “georgian” se refleja también en su vínculo con la comunidad Old Georgians, “a pesar de que sólo un 28% de los que entramos en 1964 salimos en 1975, varios seguimos apoyando la OGA y participando activamente.”

Para ellos, mantenerse unidos es algo natural. “En la OGA están nuestros pares, fuimos formados de la misma manera y por las mismas personas. Nos queremos muchísimo entre todos. Uno puede conversar y disfrutar con cualquiera, haya sido o no de tu letra, pero es parte de tu vida.” Incluso han participado en iniciativas solidarias, como las ayudas organizadas tras el terremoto del 2010.

El consejo que dejan a quienes hoy llevan con orgullo el espíritu georgeano es simple pero profundo: “Júntense, véanse, disfruten con las únicas personas que tienen un pasado igual al de ustedes. Eso es muy, muy bonito.”

¡Seguimos expectantes a ver la spróximas celebraciones de las demás generaciones!