Una herencia que se re inventa: Andrea Millar (OG 2005) y el arte de hacer match
hace un mesAndrea Millar (OG 2005) sabe que las historias no empiezan donde uno decide comenzarlas, sino mucho antes. En su caso, la suya se enraíza en la oficina de su papá, en esas conversaciones donde el trabajo nunca se trataba solo de números o resultados, sino de personas. “Mi papá siempre decía que no existen empresas exitosas sin personas felices y comprometidas detrás”. Esa idea se convirtió en brújula y con los años, en el corazón de lo que hoy es Matchfinders, la Consultora de Gestión de Personas, con foco en Atracción de Talento que Andrea lidera.

Su papá Patricio Millar (OG 1970) es reconocido en el mundo de RRHH, tanto así que la semana pasada fue nombrado como el personaje más influyente en el rubro. Con una destacada trayectoria como psicólogo, coach estratégico y líder transformador, Millar comparte su visión sobre cómo las organizaciones pueden combinar felicidad y productividad para obtener resultados tangibles.

Pero no se trata de replicar lo heredado, sino de reinterpretarlo para los tiempos actuales. “Lo que reinventamos fue la forma de hacerlo” . Y ahí aparece su sello: integrar lo digital y lo humano. La inteligencia artificial puede ayudar a agilizar procesos, pero para Andrea el verdadero match —esa conexión entre una persona y un proyecto— sigue siendo profundamente humano. Por eso habla de Selección Híbrida: tecnología para avanzar, sensibilidad para comprender.
Lo que distingue a Matchfinders no es el tamaño ni la cantidad de procesos que realizan, sino la forma en que se vinculan con las empresas. Andrea lo dice con naturalidad, sin grandilocuencias: “No somos tomadores de pedidos” Se posicionan como aliados, se involucran en entender la cultura, la historia, las tensiones y las oportunidades de cada organización. Más que reclutadores, se ven como traductores de necesidades y quizás por eso la mayoría de quienes trabajaron con ellos el año pasado volvieron a hacerlo. No por inercia, sino por confianza.

Trabajar con diversas industrias ha sido un ejercicio constante de adaptación porque “cada una tiene sus códigos, su ritmo, su manera de ver el mundo” cuenta. Pero lejos de complicarla, eso es lo que más la motiva. Si algo aprendió en el colegio, fue precisamente a mirar amplio, a conectar con lo distinto. “El Saint George te enseña a valorar la diversidad de pensamiento y a crear caminos propios" . Y cuando menciona el lema del colegio —Recte ad ardua— no lo dice como frase aprendida, sino como algo vivido: “Ir directo a lo difícil es no evitar conversaciones importantes. Eso te hace crecer.”

También hay rostros en su memoria. La profesora Dina Cembrano, que enseñaba con la misma fuerza con la que comprendía. El profesor Carvajal, que hacía del detalle un acto de rigor y cariño. Fueron ellos quienes afinaron la mirada con la que hoy Andrea observa a las personas.

Y, como pasa tantas veces en esta comunidad, hubo manos que se extendieron cuando Matchfinders (Millar&Asociados en ese entonces) empezó. Los primeros clientes vinieron de ex alumnos que creyeron en Patricio antes de que hubiera un currículum que mostrar. Empresas lideradas por antiguos georgianos que no solo confiaron, sino que ayudaron a construir. “Esa red sigue siendo una comunidad viva”, una comunidad que se reconoce no por los apellidos, sino por la forma de hacer las cosas.
Al final, la historia de Andrea no es sobre crear una consultora más. Es la historia de alguien que entendió que las empresas son lugares donde ocurren vidas. Y que detrás de cada contratación, hay un sueño que empieza, se reinventa o toma rumbo nuevo. Una historia que comenzó en casa, que se formó en el colegio y que hoy sigue creciendo, a la medida de las personas.
Si quieres conocer más sobre su consultora, puedes visitar su instagram @matchfinders_headhunters o en su página web www.matchfinders.cl