Banner noticia

Cuando las letras suenan: la historia de José Neira (OG 1978) que convirtió la tipografía en música

hace un mes

Hay personas que hablan de su trabajo como función y hay otras que lo cuentan como parte de su forma de estar en el mundo como el artista José Neira Délano (OG 1978), quien plantea que las letras pueden sonar, que tienen ritmos, silencios y armonías, casi como una confesión sencilla: “La tipografía es música visible”.

"Y aunque suene poético, en él no es metáfora: es forma de mirar. Cuando leemos no solo recibimos información, también miramos y cuando miramos letras —cómo están compuestas, cómo se relacionan entre sí, cómo ocupan el espacio— hay algo que se siente, casi como escuchar una melodía. Leer puede ser un acto visual tan placentero como oír una pieza musical".

Ahí está su oficio: tomar un texto sin forma y darle ritmo y presencia, sin cambiar ni una coma. Como un músico interpreta una partitura, él interpreta letras. Y cuando la composición logra resonar, aparece la emoción.

La música vuelve a aparecer cuando José habla de módulos y patrones: "En diseño, como en música, hay estructuras que se repiten y que dan coherencia a una obra. A veces se ven, otras están escondidas, pero están ahí sosteniendo todo. Uno de sus proyectos más queridos nació de las letras B-A-C-H, para un ciclo de conciertos del pianista Luis Alberto Latorre. El sistema modular detrás —triángulos equiláteros— terminó por convertirse en una fuente tipográfica completa, evocando la época y el espíritu del compositor alemán".

En su portafolio aparece un proyecto que José nunca había mostrado mucho: un caleidoscopio plano de tipografías y materiales. Madera, vidrio, capas superpuestas que al moverse creaban efectos visuales vivos, vibrantes, casi hipnóticos. Era un proyecto sin utilidad práctica, algo que hoy difícilmente aprobaría en muchas escuelas. Pero ese “objeto inútil” fue premiado y más adelante, fue parte de lo que lo llevó a ser aceptado en la Universidad de Yale.

Cuando le preguntamos qué le diría a su versión adolescente cuenta que: "Difícil pregunta. Creo que, como ocurre con todos los llamados vocacionales, le recomendaría al joven diseñador asumir su sueño con todo lo que tenga, independientemente de las dificultades y consecuencias. No he podido cambiar mi forma de pensar frente al diseño visual, y es que, al diseñar, se necesita estar en dos polos opuestos simultáneamente: la exigente dimensión práctica del proyecto (el diseño siempre tendrá una utilidad) y en el otro extremo la dimensión propia del arte, de la búsqueda de lo incierto, de la belleza, de lo que no se puede medir". 

Sobre sus años en el colegio, cuenta que "creo que fue en tercero medio; tuvimos un profesor de castellano que para mí abrió el mundo del lenguaje y la literatura. Algo similar ocurrió en séptimo u octavo básico con otro profesor reemplazante. Él era actor. Un día describió una extraña escena del absurdo que, igualmente, despertó en mí el interés por el teatro y la literatura". 

Si quieres conocer más sobre el trabajo de el José, puedes ver su página web www.joseneiradelano.com

Compartir